Después de su segundo triunfo consecutivo en la Media Maratón de San Sebastián, en enero de 2010, Yeisy Álvarez prosiguió su trabajo en busca de su boleto para el Suramericano de Cross Country, prueba que ha dominado, a placer en las válidas venezolanas y que le han permitido representar a su país en los Campeonatos Mundiales de Japón, Jordania y su mas reciente, en Bélgica.
La pequeña corredora de pruebas intermedias de fondo, nativa de Santa Ana del Táchira no deja su maleta y ahora acaba de llegar de la capital de la República donde obtuvo su tercer título al hilo en la prestigiosa carrera Gatorade Caracas Rock.
En su discurrir atlético mandan la disciplina y su determinante convicción de plantearse grandes retos. En Yeisy pareciera que todo está en su lugar. Su perspectiva de vida rebota contra el plástico de las chicas que a su edad, siempre están a la caza de la moda.
Los últimos tres meses del año le servirán para recuperar el tiempo que le produjo una gripe que la afectó por el mes de mayo. Ese fuerte resfriado le impidió hacerse presente en los chequeos para los Juegos Centroamericanos. El problema se alargó hasta agosto cuando definitivamente se sintió en condiciones de volver a devorar kilómetros.
“Me siento bien”, afirmó Yeisy, tras preguntarle por sus condiciones después de la competencia caraqueña. “Ahora mismo voy a continuar mi preparación para la Carrera Nike y luego proseguiré para estar al tope de mis condiciones en el mes de enero donde espero conquistar por tercera ocasión la San Sebastián ”.
Su máxima aspiración es llegar a medirse, una vez más, con las corredoras africanas con quienes ha competido en los mundiales de Fukuoka, Amman y Copenhague. “Son muy fuertes, pero no invencibles”. Yeisy dice que su rendimiento en las pruebas atléticas de largo aliento se debe a su dedicación a tiempo completo, “entrenan y descansan, además de que las favorece un biotipo muy particular”. En cambio, ella debe estar pendiente de la universidad, patrocinantes, hogar y otras preocupaciones que la distraen.
Ella va a cumplir 26 años, 13 de los cuales, han transcurrido prácticamente sobre las puntas de sus pies. Por ahora, agradece a su entrenador Luís Fonseca, al Instituto del Deporte Tachirense, a la Alcaldesa del municipio Córdoba y al Colegio Monseñor de Talavera por los recursos y la paciencia que le han dispensado.
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