martes, 19 de octubre de 2010

GIMNASIO DE JUDO SIGUE ESPERANDO POR SU TECHO


H.Hernández
En el gimnasio de judo, aun no se sabe cuando repondrán el techo que mantiene sin uso el área superior de aproximadamente unos 400 metros cuadrados, que permanece al vaivén del estado del tiempo; si hace sol, extienden parte del tatami, pero si llueve, como ha sido la característica de los últimos meses, tienen que recoger apresuradamente y refugiarse en el área posterior.
En ese tira y encoge llevan 30 meses, aguantando promesas y múltiples inspecciones de parte del Ministerio del Deporte, cuyos funcionarios siempre piden paciencia y un poquito de consideración porque las decisiones y de seguro los reales, tendrán que venir de la capital de la República.
“Entrenamos en condiciones de hacinamiento”, resume el entrenador William Bernal, al señalar la franja de techo faltante que arrastró una corriente de viento, a mediados de marzo de 2008. Irónicamente afirma que el Fenómeno de El Niño al único que favoreció fue al judo tachirense por cuanto no llovió por más de nueve meses. Fueron días felices en los que pudimos extender las colchonetas y distribuir a los muchachos en ambas áreas sin temor a perder tiempo y material deportivo.

Para Bernal se hace inconcebible que uno de los mejores gimnasios de Venezuela esté a punto de colapsar por la ominosa costumbre de no reparar lo dañado. Destaca que en las oportunidades que la selección nacional ha venido a prepararse al Táchira, lo ha tenido que hacer en el gimnasio de la Escuela de Talentos Deportivos porque la abertura que hay en el gimnasio del complejo Paramillo, ha impedido su uso.
La Asociación de Judo recibió el gimnasio en el 2006, luego de las competencias de los Juegos Nacionales Andes 2005. Esta instalación no fue concluida en su totalidad, como sucedió con todas las instalaciones que se construyeron para ese evento. La prueba fue que el techo quedó mal ensamblado y el viento se lo llevó.
A pesar de todo, la esperanza de recuperar esa área superior está sujeta a que las autoridades deportivas nacionales procedan a corregir el problema para impedir el progresivo deterioro de la instalación. “Tenemos estalactitas en las vigas que sostienen el techo”, esto significa que el agua se ha descalcificado produciendo este fenómeno.
Sería bueno que el censo deportivo que adelanta el Ministerio del Deporte se ocupe de esta instalación, que de no ser atendida en un plazo perentorio podría quedar inservible, igual que sucede con otras que se construyeron con muchos dineros de los tachirenses y que hoy están en un proceso de franco deterioro.

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