miércoles, 17 de diciembre de 2014

Detrás de la medallas, los trabajadores del deporte que hacen el sueño posible

Desde un engrane de bicicleta, pasando por la botella de agua entregada en el momento preciso, cualquier logro en el deporte es el resultado del esfuerzo de un grupo de personas, que no se ven en el podio pero que dan lo mejor de sí para que el atleta que está en competencia brille en el escenario.

Parte del personal que labora en el IDT en pro del deporte
(Foto: Archivo)
En el caso del IDT, la situación no es diferente, y es que en cada disciplina trabaja incansablemente un grupo de profesionales en pro de ofrecer a los embajadores del deporte las mejores condiciones para asistir a citas dentro y fuera del país. 

Desde el tiro con arco, aguas abiertas, atletismo y ciclismo, personas como Abelardo Sánchez (logística) y José Moncada, conductor perteneciente a la Unidad de Trasporte del IDT, hacen de su trabajo una pasión por contribuir con el desarrollo deportivo en la región, cualquier desperfecto es la oportunidad para engranar esfuerzos y salir adelante cuando el panorama no es el mejor.

Si de arreglos se trata, Dicxon Meneses y José Rodríguez son los especialistas en ciclismo, siempre preparados y organizados a la espera de atender cualquier emergencia en el menor tiempo posible para reguardar los intereses del competidor, una excelente dupla al servicio del deporte. 

Pero no todo son los equipos, también se trata de la seguridad y bienestar del atleta, allí entran Leonor Balaguera y Jeffrey Medina, masajistas de profesión y que dan las atenciones antes, durante y después de la competencia a cada ciclista que lo requiera sin distinción alguna.

En la cotidianidad probablemente nadie nota este esfuerzo, pues todo se traduce en una medalla o un reconocimiento a un atleta en una disciplina determinada, pero es importante dar a conocer que detrás de un metal dorado o un atleta del año, existe personal de equipo dando su mejor cara para convertir al estado Táchira en potencia deportiva de Venezuela 

Víctor H., Orozco

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